que se jodan

Que se jodan los que salen a la calle a celebrar los triunfos deportivos pero no lo hacen para defender sus derechos. Que se jodan los padres pusilánimes que no saben dar un tortazo a tiempo a sus mocosos maleducados y desafiantes, y que se jodan sus hijos, que heredarán el mundo de mierda que se merecen. Que se jodan Juan Roig y todos los grandes empresarios del sector privado, que nos regalan con sus opiniones, por definición irrelevantes, sobre cómo se debería gestionar el sector público. Que se jodan los hosteleros vallisoletanos, que ya eran unos putos lloricas cuando ganaban como para comprarse unas bodegas y aún ahora siguen sin tener motivos para quejarse. Que se jodan los que se hipotecaron con una segunda vivienda para invertir y los caseros de provincias que no encuentran inquilinos porque sólo quieren alquilar a sus conocidos y familiares. Que se jodan los que contrataron las preferentes y los listos del Fórum Filatélico, los autónomos que cobraban en negro y los que se creyeron empresarios sin saber administrar ni su cuenta corriente. Que se jodan los obreros que se avergüenzan de su clase y tratan de negarla comprándose ropa de marca que les sienta fatal, jugando al pádel y votando al PP. Que se jodan los comunistas, diciéndonos ya cómo deberemos vivir nuestras vidas tras la revolución que nunca llegará. Y por si no ha quedado claro, que se jodan los socialistas, que se creen que somos subnormales. Que se jodan los que todavía opinan que hay que echar a los inmigrantes en vez de evitar que huyan a los países donde mandaron el dinero del crédito o el coche financiado que jamás podrán embargarles. Que se jodan los antidisturbios cuando llegue su nómina de diciembre. Que se jodan en las gasolineras los conductores que puedan ir en bici o usar el transporte público. Que se joda el cine español cuando se acaben las subvenciones. Pero bien jodido. Que se jodan las iglesias por la falta de vocaciones, y el toreo por la falta de público y la mala prensa. Que se joda la prensa, ya de paso, que nos cobra por adoctrinarnos. Que se joda Esperanza Aguirre, sin paliativos.

Al final iba a tener razón Andrea Fabra. Que se jodan.