Centimicos
Me dan mucha lástima los céntimos. Una lástima solo comparable, pero incluso mayor, que la que me daban las pesetas. Ahora las pesetas están muertas. Debí demostrarles cuánto las quería cuando todavía era posible. Pienso en todas las cosas que me quedaron por comprar con ellas, y ya es tarde. No hay vuelta atrás. ¡Pero todavía puedo redimirme! Aún hay una esperanza de salvar lo bueno que queda en mí salvando a esos centimicos. Pasas a su lado todos los días sin mirarlos, ni siquiera te das cuenta de que están ahí, los pisoteas sin miramientos. Y ellos sólo quieren serte útiles, hacerte feliz. Imploran cobijo en tu monedero, calor de bolsillo ajeno, reunirse con sus familiares.
Por cierto, no se si os habéis fijado, pero no hay vocabulario para los euross. Para las pesetas estaban las pelas, para las mil pesetas estaba el talego, los talegos en plural podían ser papeles: me ha costado veinte papeles. Hasta los franceses tenían sus "balles" para los francos (¡que también es cojonuda esa! ¿Cuánto vale esto? Cinco Azañas) ¡Para las cinco pesetas estaba el DURO! ¡Que concepto, el duro! Cinco duros, que dos palabras tan bien avenidas. Decidlas en alto, veréis que impresión. Veinte duros, una bolsa pipas. Le llaman el seis pesetas, porque se pasa de duro. Joder, como sonaba todo aquello. Ahora guardo aquellas expresiones como en una especie de recuerdo color sepia, pero llegamos a comprar ordenadores con pesetas. ¿Pero el €? ¿Como llamas a los 50 céntimos? ¿Qué es un billete de 10 €? Llevamos ya unos años con estos inmigrantes en la cartera, y todavía no hemos empezado a integrarles en nuestra cultura. Basta ya. Desde aquí propongo el
I CONCURSO DE TÉRMINOS PARA LA MONEDA ÚNICA
Buscadle nombres coloquiales al fruto de nuestro sudor, luego podríamos votar por ellos, para crear cierto consenso, no vaya a ser que uno diga que el “chocho”, por ejemplo sea la moneda de 50 céntimos, el otro diga que un chocho es el billete de 100€ y al final acaben a hostias por un quítame allá esas pajas (chocho no vale, que es el pipo de las aceitunas). Que hay mucho listo por ahí que se cree que dan duros a cuatro pesetas. O euros a veinte duros. O 50€ a mil duros, ¿verdad que los hay? Que se piensan que somos gilipollas o algo. Inocentes...
Bueno, que se me va la pinza pensando na más que tontás. Pues eso, que me dan mucha penica (es que he hablado con mi familia de Albacete y todo se pega. Albacete. El Nueva York de La Mancha) los pobres céntimos, así que cuando veo uno por la calle no le hago ascos, le hago un sitio en mi cartera, que grano a grano, se hace granero, y que dinero llama a dinero. No importa que sea de cinco, de dos o de uno. No pasa nada si con un céntimo no puedes comprar ni la cascaruja un altramuz. Hago oídos sordos a que antes la peseta eran las vueltas del pan y que ahora el céntimo es la mierdecilla de lo que sobra de las vueltas. Dejad que el cobre venga a mí. Si tenéis céntimos y no los queréis, dadles otra oportunidad, ¡mandádmelos! No importa si los enviáis solos o en grupo. En mi cuenta corriente serán bienvenidos y tendrán un hogar hasta que estén preparados para ser reintegrados en la sociedad. Eso sí, de curso legal. Que ya lo dice la copla: ... la falsa moneda, que de mano en mano va y ninguno se la queda.
Escucho mientras escribo esto: el ruido de la fotocopiadora del ciber donde he venido a enchufarme a intenné, que huele a vomito (la fotocopiadora). Ese sería otro tema a tratar: cosas que huelen bien y saben mal, cosas que huelen fatal pero que te recuerdan a comida...
Por cierto, no se si os habéis fijado, pero no hay vocabulario para los euross. Para las pesetas estaban las pelas, para las mil pesetas estaba el talego, los talegos en plural podían ser papeles: me ha costado veinte papeles. Hasta los franceses tenían sus "balles" para los francos (¡que también es cojonuda esa! ¿Cuánto vale esto? Cinco Azañas) ¡Para las cinco pesetas estaba el DURO! ¡Que concepto, el duro! Cinco duros, que dos palabras tan bien avenidas. Decidlas en alto, veréis que impresión. Veinte duros, una bolsa pipas. Le llaman el seis pesetas, porque se pasa de duro. Joder, como sonaba todo aquello. Ahora guardo aquellas expresiones como en una especie de recuerdo color sepia, pero llegamos a comprar ordenadores con pesetas. ¿Pero el €? ¿Como llamas a los 50 céntimos? ¿Qué es un billete de 10 €? Llevamos ya unos años con estos inmigrantes en la cartera, y todavía no hemos empezado a integrarles en nuestra cultura. Basta ya. Desde aquí propongo el
I CONCURSO DE TÉRMINOS PARA LA MONEDA ÚNICA
Buscadle nombres coloquiales al fruto de nuestro sudor, luego podríamos votar por ellos, para crear cierto consenso, no vaya a ser que uno diga que el “chocho”, por ejemplo sea la moneda de 50 céntimos, el otro diga que un chocho es el billete de 100€ y al final acaben a hostias por un quítame allá esas pajas (chocho no vale, que es el pipo de las aceitunas). Que hay mucho listo por ahí que se cree que dan duros a cuatro pesetas. O euros a veinte duros. O 50€ a mil duros, ¿verdad que los hay? Que se piensan que somos gilipollas o algo. Inocentes...
Bueno, que se me va la pinza pensando na más que tontás. Pues eso, que me dan mucha penica (es que he hablado con mi familia de Albacete y todo se pega. Albacete. El Nueva York de La Mancha) los pobres céntimos, así que cuando veo uno por la calle no le hago ascos, le hago un sitio en mi cartera, que grano a grano, se hace granero, y que dinero llama a dinero. No importa que sea de cinco, de dos o de uno. No pasa nada si con un céntimo no puedes comprar ni la cascaruja un altramuz. Hago oídos sordos a que antes la peseta eran las vueltas del pan y que ahora el céntimo es la mierdecilla de lo que sobra de las vueltas. Dejad que el cobre venga a mí. Si tenéis céntimos y no los queréis, dadles otra oportunidad, ¡mandádmelos! No importa si los enviáis solos o en grupo. En mi cuenta corriente serán bienvenidos y tendrán un hogar hasta que estén preparados para ser reintegrados en la sociedad. Eso sí, de curso legal. Que ya lo dice la copla: ... la falsa moneda, que de mano en mano va y ninguno se la queda.
Escucho mientras escribo esto: el ruido de la fotocopiadora del ciber donde he venido a enchufarme a intenné, que huele a vomito (la fotocopiadora). Ese sería otro tema a tratar: cosas que huelen bien y saben mal, cosas que huelen fatal pero que te recuerdan a comida...
3 commentaires:
23 de febrero de 2007, 17:35
jeje aquí también tenemos centimicos: monedas de media corona... Pero sirven para poco, la verdad. En los super te hacen el redondeo (arriba o abajo) y los precios así, son siempre exactos.
23 de febrero de 2007, 17:36
Por ahí no paso!!
Un chocho, de toda la vida, ha sido un altramuz y el pipo de la aceituna ha sido eso.. el pipo. xDD
Por otra parte, hace tiempo leí que había una iniciativa para suprimir, a nivel europeo, las monedas de céntimo y dos céntimos, de esa manera todos los precios deberían ser exactos, múltiplos de 5. El caso es que volvería la picaresca del 2002 y todos los redondeos serían, una vez más, al alza.. y el mercado no está para otra subida tan brutal del IPC como la del 2002 (por mucho que la maquillaran entonces)
Saludos.
23 de febrero de 2007, 17:36
Fijaros que el redondeo en Noruega, como bien nos informa saudade, puede ser hacia arriba o hacia abajo. Si es que los escandinavos son de otra pasta (nunca mejor dicho!)
Capi, ese céntimo de mas que pondriamos cada uno, a nivel global supone que la economia marche que te cagas. Asi se consigue una buena salud del neoliberalismo, a base de parches. Si ya estan empezando a parchear, el reventon esta al caer.
Publicar un comentario