12/11/09

benzodiazepina surfer

Lleva lloviendo unos cuantos días. No he podido salir a correr, y ya se me está pasando el chute de endorfinas que espoleaba mi voluntad para castigarme. De todas formas no sé si tengo ánimos. No ha sido un día particularmente duro en el trabajo (ninguno por separado lo es), pero no me quedan fuerzas para hacer nada productivo. Aún así llego a casa y me siento a escribir algo sobre los Arizona y a mandar un par de mails. Está bastante claro que no voy a ir a clase, pero me niego a que esta sea una tarde miserable echada a perder. Llamo a mi padre para que me eche una mano a deshacerme de una caja con cosas y luego voy a hacer algunas compras. Hace un frío horrible en mi habitación, no dejo de temblar. Llamo para pedir cita al médico y que me den los resultados de los análisis. Estoy tenso y aterido, pero tampoco hace tanto frío. Bajo al portal a esperar a mi padre. ¿Una titritona hace que te suba la tensión? La contracción muscular se concentra en el estómago. Tengo ganas de vomitar. No creo que vaya a tener una crisis, estoy tomando la medicación puntualmente. Pero ya empieza. ¿Llevo encima alguna pastilla? Sólo por si acaso. Miro en el bolso: Sólo me queda media. Mierda. Noto el corazón acelerado golpeándome el pecho, pero no me molesta. Un pinchazo en el costado, eso sí. Mi padre no tardará mucho, no quiero que me vea así. Me siento en el suelo y me meto la media pastilla debajo de la lengua. No tengo saliva, se queda ahí, sin deshacerse. Seguro que ya estoy blanco.

El coche se para junto al portal. Balbuceante le digo a mi padre que no se preocupe, pero que estoy teniendo una crisis. Quiero ser capaz de llevar la caja hasta el maletero, pero él no me deja. Mejor no me lleves donde te he dicho, vamos a dejar esto. Sigo helado hasta los huesos. No, mejor llévame a casa de La Niña Fatal. Apenas puedo hablar. Se lo hago saber e insisto en que no se preocupe, que cuando estoy así no estoy muy comunicativo. Pienso que lo pasa es que si hablo me ahogo. No soporto ver el tráfico a través de las lunas mojadas, me pone enfermo. Cierra los ojos. Piensa en un lugar tranquilo. Una playa. Hace calor, el sol pica sobre la piel. ¿Porqué me viene a la cabeza una canción de Siniestro Total? Mejor ponle una banda sonora más relajada. Me acuerdo de una que hace un rato he comentado en Facebook



Mi padre intenta darme conversación mientras conduce. ¿Tienes mucho estrés en el trabajo? No, no es eso, tu tranquilo. Yo estoy tranquilo, procura relajarte, ¿Sabes qué te provoca esto? Es que no puedo hablar, perdona. Pienso en las esquiadoras acuáticas de la canción. ¿Dónde estamos? No quiero ni saberlo, ya queda poco para llegar a casa. Pero… ¿Qué casa? ¿Cuál de ellas? ¿Dónde está mi casa realmente? Esto no remite, quizá debería decirle que me lleve a urgencias. No, otra vez no, me niego. Ahora mismo me conformaría con tirarme en el fondo de una cueva oscura. Quiero salir del coche. No quiero morirme dentro del coche con mi padre conduciendo a mi lado, no quiero hacerle pasar ese mal trago. No me importa morirme en plena calle ante unos desconocidos si es a cielo descubierto, pero no delante de los que me quieren. Prefiero que reciban una llamada sobre un hecho consumado a que tengan que presenciarlo, impotentes y desesperados. ¿Cuánto tiempo llevo aquí dentro? She’s my fade… Esto ya dura demasiado, quizá deba soltarlo y acabar de una vez. No, así no, aquí no. Abro los ojos unos segundos, un gilipollas se nos ha cruzado en medio del carril. Pienso que es un gilipollas, así que voy mejorando. Los viejos cruzan los pasos de cebra corriendo, empapados, con sus semáforos en rojo. Estúpidos. Llegamos al portal, estoy tiritando, no sé si podré levantarme. ¿Estás mejor? Si, tranquilo, ahora sólo puedo pensar en meterme en la cama. Tengo abonos para la Seminci, llámame cuando estés mejor y te cuento. Sonrío sin saber muy bien de que me está hablando y le doy las gracias por traerme. Saco las llaves, me tiemblan las manos como a un alcohólico. Pero subo las escaleras sin esfuerzo. Abro la puerta. Corro a la cocina a por otra pastilla. La Niña Fatal está al teléfono ¿Qué tal? Acabo de tener una crisis. ¿Estás bien? Si, no te preocupes, voy a cambiarme.

Ahora siento que podría calzarme las zapatillas y correr toda la noche bajo la lluvia, pero sé que es mentira. Sentado en la cama de La Niña Fatal, en pijama, me siento viejo, mojado y completamente estúpido.

14 commentaires:

Una de esas entradas que derivan en una llamada de mi madre. Tranquila, ya estoy bien.

Ça me fais de la peine te lire comment ça... :-(
Cuidate Vaderetro!!!
Bizous

Vaya mierda. Menuda mierda más grande.

Me cago yo en los sufrimientos del mundo, el que haya vivido eso sabe que es una de las peores basuras que el hombre puede experimentar.

Ánimo y a destrozar ese infierno!

Joder, Álex, ¿esto no es literatura ficticia, no? Gensanta.

Estas cosas le pasan a mi personaje. A veces a mí también, a veces no. Cojo lo que experimento y lo escribo de otra manera.

Esto es lo que yo entiendo como "compromiso con la literatura". Esto, y no cortarte cuando tienes que hablar de cosas que te pasan con la gente que te rodea... Aún a riesgo de hacerles daño. Pero, recordad, es un personaje.

O quizá solo estoy tratando de tranquilizaros mientras cierro los ojos y pienso en los Pixies...

estimado cordero degollado:
espero que te recuperes pronto y feliz. por si acaso la benzodiazepina se te antoja insurfible, te recomiendo un par de lecturas que puede que aproveches conociendo tu análitica y meticulosa masa cerebral

http://elpsicoanalistalector.blogspot.com/2009/08/isidoro-vegh-angustia-no-es-trastorno.html

Jajajaja! Muchas gracias JB! Estoy de acuerdo, como ya apuntó Iza por aquí hace algún tiempo, los caracteres chinos para crisis son los de "peligro" y "oportunidad". A mí me ha servido como indicador de que debía dejar el crapulismo y el embarcarme en tanto proyecto, que me estaban matando.

Bienvenido al mundo del pánico... yo creo que lo superé cuando me cansé de no "morirme cada noche", entiendes lo que te digo, seguro. Me enseñó a conocerme mucho, aunque es una de las mayores mierdas que puedes sentir, es como un gatillo que aparece cuando tienes tu primera crisis y que puede saltar en cualquier momento tiempo después. Quizás alguna vez nos veamos y comentaremos, también con Portrait, que creo que de esto sabe. Un saludo

Por cierto, a modo de curiosidad, el cuadro de "El Grito" fue pintado tras una crisis de pánico de su pintor, momento en el que el dice que "sintió pánico de la inmensidad de la naturaleza, la vida y la muerte", curioso...

Eres un artista. Ça me fais aussi de la peine de te lire comme ça, como a la Domi.

Recuerda que tienes que cuidar a la petite fatalité...Así que ponte alas. (y no de las compresas!)

Y ya sabes, pronto Arizona nos catapultará a la fama!

Besos y pequeñas dosis de absenta.
Clau

Sí, lo de El Grito de Much es un clásico para ilustrar esa patología que no lo es. Buena definición, Vagabunda.

A ver si te echo una mano con lo de la entrevista Clau! Habéis hablado con ellos ya?

Pues esto de las crisis igual te lo dan vía Intranet cuando decides tener un blog porque, que yo sepa, del grupejo este, tenemos todos...
Vaya plan.

Los rockeros tampoco se libran, no te creas... Yo ya no conozco a nadie que esté 100% bien. Esto sí que es una pandemia y no la puta gripe A.