8/11/07

La crisis de las camisas

El día 1 cumplí 29 años. Mi chica vino desde Lille, como regalo sorpresa, lo que explica que haya tenido el blog tan abandonado esta semana (mis disculpas).

Unos días antes había leído un artículo de ese gran filósofo de nuestro tiempo que es Ernesto Sevilla sobre estilismo masculino en el que se cuestionaba la salubridad moral de seguir vistiendo camisetas cuando ya tienes cerca de los treinta, “como intentando aferrarnos a una juventud que se nos escapa”. Y aunque todavía no he “cambiado de prefijo”, como dice mi amigo Rubenchi que acaba de cumplirlos, tuve un conato de crisis de los 30, como también acaba de tener (y contar) Michael Chambers en este magnífico post. Así que el 31 de octubre abrí el armario al salir de la ducha y rescaté una de mis pocas camisas, negra a rayas. ¿Y porqué no? Hoy me la pongo –me dije– porque yo lo valgo. Como intentando aferrarme de sus mangas a una estabilidad laboral y económica, a un domicilio que me dure más de seis meses, a una edad adulta que nunca llega. Mi padre a mi edad ya tenía dos hijos y había aparcado las camisetas, pero también llevaba cuatro años en la empresa en la que aún sigue trabajando a día de hoy y en la que seguramente se jubilará. Yo el mes que viene tengo que buscarme otro empleo.

Así vestido me encontró mi chica aquella misma noche. Y lo primero que me preguntó, tras poner mala cara, fue que si había engordado. A la mañana siguiente me calcé mi camiseta ceñida de los Ramones. ¡Faltaría más!

11 commentaires:

hey ho, let's go!

pues muy bien oiga. yo creo que aguantaré con camisetas hasta el limite... desde niño siempre me han dado mal rollo, mi madre me las ponia y yo me ponia a llorar, a intentar quitarmelas.. solo he tenido camisas blancas para bodas y similares. nada más, ni siquiera las d leñador grunge de nuestra adolescencia..

que no decaiga

weah!

Dí que si, tú vederetro!

Ja, mi madre a mi edad ya estaba divorciada con dos vástagos. Y aclaro que sólo tengo un añito más que tú.

Felicidades!

Ponte camisetas, cuando y como te apetezca.
Basicamente... Por que tu lo vales.
:)

La camiseta de los treinta ya no te la quitas nunca. En la mía pone: "Buscadme en Berlín o Madrid". Me iré en abril, cuando cumpla 31.

A tu edad mi madre ya tenía los tres hijos que tiene ahora, un marido que no es el mismo.

Y todo el tiempo del mundo.

Txe acaba de recordarme que, en efecto, ya había habido camisas en mi adolescencia: las de cuadros, por fuera, remangadas y combinadas con camiseta de Nirvana. Gracias por el apunte!

A las demás, Claudia, Luna y Mel, gracias también por enseñarme que lo que creemos que es accesorio en un post a veces es lo que más llama la atención del lector. Gracias a estos comentarios es posible saber seleccionar mejor los temas.

Un abrazo a todos.

Ja, lo mejor es que fue tu cumpleaños. La filosofía de la moda ya la conocíamos!

Clau

¡Joder, se me había olvidado lo del cumpleaños! Pensaba que el tema camisa/camiseta era la idea principal, pero los comentarios han incidido más en ¿dónde estaban nuestros padres a nuestra edad?

Un beso maja!

jajaja
Tu comentario sobre lo accesorio en un post o lo que llama la atencion del lector... Me ha hecho pensar...'saber seleccionar mejor los temas' dices hmm curioso, yo tambien me doy cuenta de eso. Pero tener la llave para que esa selección fuese siempre la idonea debe ser la ostia, yo diria que hasta en el ambito profesional seria la excelencia.
Ufffff...
¿Donde estaban mis padres? Supongo que mi madre tratando de sobrevivir a mi padre... en fin. Miserias.
Buen finde wapeton!

Muchas felicidades.

Haga caso de la experiencia. De lo único que merece la pena preocuparse al cumplir los años es de que retenga bien los esfínteres.

A la porra con las camisetas, póngase lo que le venga en gana.

Y yo justo casi entro al Cafetín y te digo "¡Hola, soy un lector Anónimo!".

Felicidades!

Primero, ¡Felicidades!
Después.. que suerte tienes de poder llevar camisetas.. lo echo de menos.

Salud compadre