28/4/08

el camino del hombre recto (I)

Hace media hora me han atracado.

Acababa de despedirme de Eirini en las escaleras de la catedral, donde habíamos estado tomando un cacharro. De camino a casa me he parado a hacerme un cigarro en la Plaza de la Universidad. Se me han acercado un chico y una chica de no más de veinte años, la típica pareja de españoles de esa edad, (de los que podrías encontrarte en un concierto de El Canto del Loco) que ya había visto un rato antes pasar por delante del Cafetín

-¿Tienes un cigarro?- me dice él.
-Claro. Sírvete, es de liar- le doy el que me estaba haciendo.
- ¿No tendrás por ahí un porro o algo?
-No, ya no fumo de eso- respondo. Empiezo a hacerme otro cigarro para mí. El chico se sienta a mi lado mientras ella nos observa.
-Te he visto antes ahí con la chavalita. Qué, ¿estáis enamoradicos?- Su tono ha pasado de suplicante a agresivo. Me huelo ya de qué va todo esto.
- El tiempo lo dirá- respondo yo. Silencio.

-Oye, voy a cogerte el dinero, ¿vale? No hagas el tonto que te doy una hostia que te arreglo- empuña una navaja muy parecida a la que llevo yo, regalo de mi hermano de Albacete. Empieza a registrarme el bolso.
-No te preocupes. Ya te lo doy yo- le digo.
-Dame también lo suelto. ¿Seguro que no llevas porros?
-Pues no.
-Oye, ¿cuántos años tienes?
-Veintinueve.
-¿Y cómo eres tan tonto?

Coge el dinero y se van. Termino de hacerme el cigarro y me lo fumo mientras les veo alejarse, cogidos de la mano y caminando nerviosos, seguramente cagados de miedo. Su primer atraco, quizá. Pienso, mientras se vuelven hacia atrás de vez en cuando, en qué se gastarán el dinero. En la vida que les espera. En que ella debe quererle mucho si es capaz de acompañar a su chico en sus palos de poca monta. No quise en aquel momento responder a su última pregunta, porque no habrían entendido mi respuesta y hubiesen pensado que me estaba riendo de ellos, lo cual no deja de ser cierto en parte. No les he dado ese dinero. Estaba comprando algo con él: Dejar de fumar (aunque sólo hacía un par de semanas que había vuelto a hacerlo, compulsivamente, eso sí), descargar todo mi mal karma sin tensiones ni violencia y, lo más importante, haber cumplido estadísticamente con mi dosis de inseguridad ciudadana estando sólo, sin poner en peligro a Eirini, sólo me ha costado cuarentaycinco euros. Y de regalo una buena historia. Ésta que os estoy contando.

Que os cunda, chicos. Y buena suerte. La vais a necesitar.

15 commentaires:

Un par de horas antes llevaba, además, el maletín con el bajo de Vielba. Y no se lo podría haber dado porque no es mío.

:O

buah, que chungo tio. Vaya bajón entrar en tu blog a leer nuestra entrada conjunta y me encuentro esto.

Pero bueno me alegro de tu reacción. Ah y a pesar de la respuesta del otro día me alegro que dejes de fumar :)

Un abrazo!

Cada vez que me han mangado el monedero o el bolso (nunca he sufrido un atraco, por fortuna), me lo he tomado con la misma filosofía.
Pobre gentecilla.

A mi me han robado sin que me entere. En los trenes, en mi propia casa, en los autobuses gallineros de centroamérica, en los bares...Nada importante con tal de no ver un puñal...Buena reacción, con temple. Y buena historia.

Pues muy bien planteado por tu parte.
Lo peor que te pueden robar es la calma, y regalarte mala ostia, y contigo no lo consiguieron.

Qué campeón tú, no?
Y bueno, cito a la vieja y conocida marca de las dos pelotillas:
el atraco: 45 euros
Una historia para contar: no tiene precio. (Y yo quiero la de las camisas)
Pues eso. El optmismo no es de tontos.

Inctreible!!!
esto es mucho mas que una historia que contar..esta manera de actuar sin violencia evidente pero sí sugerida (y milimétrica) me acojona sobremanera.
¿no has ido a denunciarlo?.Deberías.

Es importante el detalle de que los susodichos eran dos veinteañeros normales y corrientes... (se acabaron los topicazos!).

A mí me da mucho que pensar. Yo que regreso a casa muchas veces sola a altas horas y que siempre me he sentido segura en valladolid.(Ayer mismo oí la noticia de que hubo dos tiroteos, uno por el centro, en la noche del sábado...)

BUFF


A colación de la educación que comentabas el otro día...
este tipo de incidentes ponen en entredicho buena parte del sistema educativo, que entre tanta pantalla tactil y tecnología se ha olvidado de lo mas esencial..

¿valores?

Y luego que la educación para la ciudadanía cree polémica...manda narices!

Sí Enthu, es que no lo iba a disfrutar más. Además, eres mejor blanco de atracos siendo fumador (la prueba está).

No acababa de situar quién eras, benjuí. Después de pinchar sobre tu nombre ya caigo: la del blog cojonudo!

No es la primera vez Claudia. El caso es que no me acordaba de las otras hasta que, pasándome esto he hecho memoria. Y se nota una evolución de actitud durante la transacción del atraco: ahora me lo tomo como si fuera a comprar el pan. La diferencia es que nunca llevo tanta pasta encima, pero en esta ocasión mi cajero sólo expendía billetes de 50. ¡Maldición!

Tú lo has dicho Portrait! Yo te imagino a ti en esta situación mirándole fijamente y diciendo "No quieres atracarme. Quieres irte a casa", y el tío obedeciendo. Es lo que tenéis los Jedis!

Tal cual, Pi! Lo que más podría doler de esta situación es el orgullo, pero ya tiene uno una edad como para que te sienten mal las bravuconerías de un crío. La historia de las camisas es esta.

Lo primero que pensé, Alicia, es eso mismo: todos mis amigos pasan por allí a menudo solos a esas horas. En ese sentido Valladolid no es lo que era, verdad?

Un abrazo a todos

Curiosa historia...y maravillosa tu compostura y tu capacidad de análisis en esa situación

joder tio vaya putada, me ha encantado leer tu blog, escribes con un estilo que en pocos sitios encuentras, en serio muy bueno, espero tener el placer de verte por mi blog, saludos

Bueno estas cosas han pasado y pasaran... Desgraciadamente... Los derroteros de la vida cada cual dan muchos tumbos y muchos golpes...
No quiero caer en demagogia barata... pero desde luego tienes mucha razón... nos has dejado una buena historia.
Besos.

Esta juventud actual está toda perdida...

Has actuado bien, vaderetro...

Amigo, olvida las cosas sin importancia...los bigotes merecen tu atención absoluta! Los de Bigotón Watch ya han publicado mi entrada sobre Tony Iommi!!! Échale un vistazo y considera el bigote como opción estética seria!
Un abrazaco!

El Meister.

Vaya, sí que lo siento... Pero haces bien en tomártelo así. ¿Qué son 45 euros en toda una vida? Has conseguido mirar las circunstancias con distancia, y descubrir quién perdía de verdad en todo el asunto. Como me dice mi amigo japonés y profesor de karate de Dalian, un personaje inmenso del que os hablaré cuando vuelva, "no vendas el espíritu. Es lo único que no puedes volver a comprar si te arrepientes."
Álex, vamos madurando, y es en estas cosas que se nota. Enhorabuena y un abrazo

Una buena historia para dejar de fumar.