21/7/08

quiero ser barcelonita

El olvido del amor se cura en soledad, que decían los muy madrileños Gabinete Caligari. Desoyendo el consejo de los de Urrutia, tras la marcha de Eirini a Atenas no me fui a llorarla a Soria precisamente, sino que me planté en Barcelona para asistir a la segunda jornada del Summercase y de paso visitar al señor Portrait y compañía. Un cambio de aires y actividad intensa que me vendrían muy bien, porque últimamente este blog estaba bastante moñas.

De lo primero ya os hablaré en otra entrada. Con respecto a lo segundo, he de confirmar que, tal y como parece, Portrait es un dechado de amor y humanidad que me ofreció su casa (y la camisa que llevaba en la trombonave) para que tuviera dónde desmayarme tras el viaje y los conciertos sin dormir. Su compañera de piso, Mariola, es un amor en sí misma. Esta adorable jienense no sólo acepto de buen grado que un desconocido se apropiara de su cuarto antes de verle, sino que hizo de comer para doce personas y aún nos preguntaba que cuántas de azúcar en el café. Un abrazo también al resto de los compañeros.

Al llegar tomé posesión de mi escasamente merecido premio como ganador del concurso musical de “En Busca del Grial Potórrico”: La autobiografía de Jane Fonda que aparece en la cinta, firmada por el combinado potorrista al completo. Un libro que sin duda me ayudará a construir una vida digna, no lo dudo. Y el domingo aprovechamos para ir a la barceloneta a comer un arroz estupendo (regado con un chardonnay que no desmerecía) con er Croupier y (pausa dramática) Nina la ratona.

Enthusiastic me decía que últimamente me veía brillar; Nina le habría parecido un fogonazo. Si alguien se considera hiperactivo, después de conocer a esta mujer (de no más de treinta años) se dará cuenta de que uno, como mucho, es poliactivo. Para mí es un ejemplo a seguir, a pesar de que ambos pensemos, al ver a un mendigo, que esos podríamos ser nosotros dentro de unos años. Atentos a frases como “las mujeres a partir de los treinta o se ajamonan o se amojaman”. Su nutrido anecdotario sobre Marbella deja a mi serie Ostras o Mortadela a la altura del betún. Un personaje muy interesante que no se pueden perder.

Por lo demás, Barcelona (al menos la parte que vi, de Plaza Cataluña para abajo) me ha fascinado en esta primera visita, hasta el punto de que, a pesar del compromiso que he contraído con Valladolid, sé que recalaré por allí tarde o temprano: una gran capital europea con un ritmo de vida muy llevable, playas riquísimas, urbanismo impecable (¿de los cincuenta?) gastronomía elegante, una vida cultural y social inmejorable (aquí está TODO, eso ya lo sabía), trabajos interesantes (la agricultura no es el sector económico dominante, como en Castilla)... Y la mayor concentración de tías buenas que he visto nunca, desbancando con creces incluso a Cádiz. Y de todos los colores, formas, tamaños y texturas. La panacea, oigan. Er Croupié afirmó, muy acertadamente, mientras disfrutábamos del topless de unas zagalas estupendísimas (no únicamente) en la playa
-Joe, sólo nos faltan las pipas

No me extraña que ésta sea la cuna del potorrismo. Mierda, y yo viviendo enfrente del bar “La Picota”. ¿Adivinan que término se ha acuñado a partir del nombre de este bar?

6 commentaires:

Infinitamente agradecido, Portrait. Muy buenas también las reflexiones al borde del agua sobre lo que se supone que es ser castellano.

Un abrazo, amigos. Amenazo con volver en cuanto pueda!

Serás siempre bien recibido en la Ciudad Condal por nosotros y por la Homeless Robamejillones, qué gran ideóloga!

Joder, ya te digo, que mujer! ¿Es death metal eso que estoy oyendo?

A la próxima le espero!!

Magnifico fue el encuentro Señor Vaderetrocordero!

Una amistad la nuestra que dará que hablar!

Ah bueno... ustedes se conocen todos !!!
Terrrrrribleeee xq no me quede en BCN (hace miles de años) !!!!