1/11/08

el destino en tus manos


Leí una vez en una novela de ciencia ficción («Neuromante» de William Gibson, creo recordar) que, tras el extraordinario desarrollo de la microcirugía en un futuro no muy lejano, era imposible deducir la edad de alguien sólo con verle… salvo a través de las manos. Era la única zona del cuerpo donde no se podía corregir el envejecimiento.

Es el tipo de cosas en las que no te fijas cuando eres adolescente, salvo en casos muy llamativos: Una compañera de clase en 8° de E.G.B. que te enseñaba cosas que sólo las repetidoras sabían, pero que tenía las manos duras y arrugadas; un bombón del instituto que a tí te parecía un callo porque sus manos eran negras y huesudas… Cosas así. También estaban esos reportajes del suplemento cultural de El País en plan «Las manos de los personajes más influyentes de nuestro tiempo (que se han dejado)», que normalmente eran unas putas fotos en blanco y negro de manos de viejos. Pero tus manos eran normales. Iguales cada día. No les prestabas atención porque eran las mismas de siempre. Qué gran error. Porque llega un día en que te fijas bien y te das cuenta de que han cambiado. Mantienen la forma, pero empiezan a verse pequeñas arrugas cruzadas en las palmas, y unos surcos estriados recorren ahora toda la longitud de tus falanges. Las yemas de tus dedos empiezan levemente a cuartearse. Ni te cuento si son tu instrumento de trabajo, como en la construcción. Y piensas dos cosas: La primera es que deberías comprarte una crema hidratante. La segunda es que te haces viejo.

Yo había asumido perfectamente haberme convertido en un adulto. No hay problema. Y desde hace un par de años, aunque en ocasiones de manera obsesiva, que algún día me voy a morir. Es ley de vida. Pero lo que no había asumido era que entre ese hacerse adulto y ese hacerse cadáver hay un proceso, lento pero inexorable, del que nuestras manos nos hablan porque son testigo y parte. Nos vamos a morir, sí, pero no así sin más, sin causa, sin razón. Nos vamos a morir de algo. Aunque sea de viejos.

Mientras pensaba en estas cosas recibo la noticia de que mi abuelo vivo ya sabe de qué se va a morir él.


Esta entrada la escribí en Auvergne, el 27/08/07. Me ha parecido oportuno publicarla precisamente hoy, que cumplo treinta años.

14 commentaires:

Aceptar el paso del tiempo y su ritmo nos hace estar más vivos.

Felicidades! y espero que hayas empezado este nuevo año biológico como se merece, despertandote acompañado... :)

enhorabuena por esta entrada reflexiva. Felicidades por el cambio de dígito, como diria tu brother. Y volviendo al único abuelo que te queda, sigue el proceso biologico de todo mortal, el día de San Rafael fue su onomástica, su cumple (80) y su nuevo estatus de soltero. La vida sigue....

Gracias por vuestros comentarios.

Las fotos son de M.Bergerie. El texto y las manos son míos.

aha lo de las manos, totalmente... y el cuello?

heyyyy feliz cumple!!!
el mio tambien es ahora :)

semana b'day mode ON!!!!

Querido amigo! Feliz cambio de prefijo! Hemos atravesado los 20 y ahora tocan los 30: ¡Más madera! ¡Es la guerra!
Y permíteme citar a The Dictators: "The party starts now!".
Es un orgullo contarte entre mis amigos. Sigue envejeciendo como el buen vino, cabronazo!

Love.

Felicidades neng!!

Y ya sabes, aloe vera todas las noches antes de ir a la cama.

Si te digo yo para que uso el GEL de aloe vera...

Felicidades atrasadas... y preciosa entrada. Nunca me ha dado por reflexionar acerca del paso del tiempo en las manos... ya no las miraré igual dentro de un tiempo...

1. Feliz cunpleaños
2. Gran post
3. Nunca morimos

Hey Happy Birthday y bienvenido al club de los treintañeros. Hay quien dijo que de los 30 a los 40 se folla mejor y más que en la anterior etapa. Aprovecha y recuerda que la muerte no existe!!

Joder, menudo elenco de comentaristas de lujo (incluyendo a mi madre)! Honrais este blog, amigos! Solo faltan Carlitos, Estanli, Did, Txe Peligro y Mel Alcohólica... ya que Claudia ha abandonado la blogsfera, y sería exactamente el blogroll!

Brindo por vosotros!

Que dices? sólo por tu cumple, regreso. Nunca morimos, dice Nina.

Felicidades.

Claudia

¡Muchas felicidades!
Siguen tus manos sacando bravas y concisas frases como antaño.
Me acordé de ti y de otros cumpleañeros a quienes yo mucho apreciaba (el día de Todos los Santos ha visto nacer a muchas grandes personas), en este día en que me dirigía al altar con mi marido.
Todos nos hacemos mayores...

Un beso y un fuerte apretón de manos.

María Gallego.

felicidades atrasadas.. :-(
un saludo desde Sevilla (de un vallisoletano)!
;-)