22/10/08

política corporativa

Mientras leeis esto, en mi empresa estaremos recibiendo a los peces gordos de la Junta, al alcalde y, como dicen los Siniestro, a "la nobleza de los alrededores", que vienen a comprobar en qué se han gastado el dinero de las subvenciones. Los buenos tiempos se acabaron: Me han ascendido, a pesar de mi negativa a aceptar el puesto. Una promoción tan rápida de un tío de letras (rodeado de compañeros mucho más capaces y ambiciosos) en una empresa del sector financiero huele a política corporativa. No tiene una base sólida. Ayer mi segundo día, cuando yo aún andaba preguntando qué cojones tenía que hacer, el jefazo me llama a su despacho y me dice que si ese día se repiten las cifras del anterior vamos a tener bronca. Así que, evidentemente, si leeis esto sobre las 10 a.m., que sepais que, entre apretones de manos a las autoridades, me está cayendo un chaparrón absolutamente ensayado, porque cualquiera con dos dedos de frente puede suponer que mi influencia en los resultados de recobro de ayer y hoy es entre cero y nada. Así que me lo estoy tomando como lo que es: Un protocolo teatralizado con el que presionar al elemento articulatorio de todo este fregado, el mando intermedio, servidor de ustedes, para que éste transmita la presión ejercida al resto de piezas de la maquinaria.

Todo esto es tan de mentira, está tan pensado para que te vayas a la cama pensando en la empresa, que no me lo creo en absoluto. No digo que no pueda llegar a valer para coordinar a un equipo de trabajo... siempre que haya un trabajo que hacer, algo que construir, crear o solucionar. La parte positiva es que he hecho buenas migas con el informático.

Fue bonito mientras duró. Quería un trabajo de verdad y ya lo tengo. Pero eso sí, se me está pasando por la cabeza que si esta va a ser la tónica general es muy probable que el punk que llevo dentro se libere en la reunión del viernes y plantee estas cuestiones abiertamente, sin subterfugios, diciendo las cosas como son de verdad. El emperador está desnudo, amigos. Y, como dice la gente que bien me quiere cada vez que escribo cosas personales o comprometidas en este blog, yo cada vez soy más niño.

7 commentaires:

Ay, cuanto putiferio mierdoso habemus por aquí. No le cuento lo que opino yo de ciertas cosas de los trabajos de persona mayor, que me echan del susodicho.

La gestion es una puta mierda, hasta que te acostumbras a ello.

A mi el año pasado mi jefe me mandaba decir o hacer cosas no muy lícitas (mentirijillas, no piensen ustedes en malversaciones) y la verdad es que daba grima.

I guess que al final asumiras que esas son la reglas del mundo empresarial y prou.

Bueno, al final la cosa no ha estado tan mal: las cifras han mejorado y me han dado una palmadita en la espalda.

Superbe...Bienvenido a la puta realidad. Has descrito la servidumbre populista como Dios.

Sal de ahí, aunque sea mentalmente, pero no abras la boca en la próxima reunión. O quieres volver al Cafetín? Si sí, pues vale. Si no, a aguantar, niño.

Claudia

Ya sabéis que me encanta hacer literatura! La reunión fueron unas indicaciones de la de RRHH y poco más. La cosa ha mejorado bastante y estoy encantado. Mierda, en realidad me gusta este trabajo!

Debe ser buen actor ud. !!
jiji
Y ya que esta, si los resultados son buenos,
con su mejor cara de corporate shark
pida su porcentaje de los beneficios...

Hola, cuánto tiempo sin firmar un comentario... Resulta que ahora trabajas en no sé dónde... ¿dónde?

Bueno, que te vaya bien y nada... dejándome caer.


Saludos