3/6/07

Aquí no hay San Miguel

Los españoles estamos acostumbrados al exceso. A la cantidad por encima de la calidad. A salir a tomar una cerveza y bebernos dos litros de lo que nos pongan, a lo hooligan. A no recogernos en casa hasta después de las cinco de la mañana como principio moral aunque la noche no dé más de sí. Cualquier cosa nos parece poco, y de ahí surge esa especie de morriña que nos pinta lo foráneo como soseras y tristón. Aqui no hay San Miguel, ni falta que hace. Aquí tienen la Tripel Karmeliet, un elixir con retrogusto, como los vinos, que se bebe reposadamente.
Salir aquí es otra historia. No lo niego, me faltan en el alma las cañas en la terraza del Penicilino y amanecer con unos desconocidos en la Asklepios, pero me he propuesto entender a los gabachos del norte en sus salidas nocturnas. Es cierto que los bares están vacíos. A 3 € el quinto y 5’50 € la pinta es bastante lógico, y esa falta de espacio social repercute en cierta dificultad para hacer amigos o contactos. La gente se lo monta en casa en círculos bastante cerrados no por gusto, sino por falta de pasta, así que un concierto gratuito al aire libre se convierte en todo un acontecimiento social. La víspera de las elecciones presidenciales tuvo lugar en la Place de la République uno de ellos. En este caso bajo la consigna "Pas de quartier pour les inégalités", una iniciativa que promueve las mejoras educativas en los barrios populares (los que Sarko iba a limpiar de chusma). La actuación central: Mon Côté Punk, más conocidos por aquí por compartir cantante con La Rue Ketanou, grupo de mis amores que a partir de hoy empiezan gira con Les Ogres de Barback, a los que podéis escuchar pinchando aquí.



Y aquí algunas fotos del evento.


Como podéis comprobar si pincháis en los enlaces (os aconsejo "Les hommes que j'aime" en el caso de La Rue), todos estos grupos comparten un sonido común bastante característico. A la música que escuchan estos rubiales hay que dedicarle otra entrada larga (y tendida), que posiblemente sea la próxima. Pero con respecto a la velada, lo que os decía: más que un botellón (que también) era una fiesta en la calle bastante animada. Muy epicúreo todo, oye.
Buenas noches y buena suerte.

6 commentaires:

Interesante esa contribución a la fiesta francesa...ese botellón fiestero reivindicativo...No eches de menos la cervecita del Penicilino!O, hazlo, pero entonces móntatelo en casa. Yo, a veces, hago mi bar de tapas, invito a los colegas, cocino, traen cerveza y vino y lo pasamos bien. Fardo de cultura culinaria y se me quita la morriña. POr supuesto, otro gallo cantaría si no tuviera mi ración de cañas una vez cada seis meses o menos. Pero está bien así. De todas formas, por aquí la cosa es mucho mejor, incluso, que en España, así que es dificil echar de menos esas cosas. Otras, sí, pero no la fiesta o la vida de calle. Salud y besos!

Y todo rodeado de francesas, ummmmm

voy a tener que ir para alla a ver si me reformo del todo...

Por Dios, por Dios.. ¿cómo puedes echar de menos la San Miguel? Si me hablaras de Mahou.. pues aún.. xDD

Tiene buena pinta los grupos esos, habrá que escucharlos con más detenimiento.

Bueno, ¿qué es de tu vida? ¿Cómo van las clases?

Salud compadre!

yo tb sou chica miau!!!
besos espumosos

Lo de la San Miguel es por el anuncio, que parece que la hay en todo el mundo, y no. Desde luego que prefiero la Mahou, ande va a parar! Y la Estrella de Galicia tampoco està nada mal.
Saludos a todos. Voy a ver si actualizo.